La Lonja del Pescado de Alicante
21 September – 13 October 2013
Esta intervención que mostramos en Arte Último 21 es un desarrollo de su trabajo de investigación sobre las nuevas tecnologías digitales, con la captación de la luz a través del escáner, impresoras, la generación de imágenes por los programas informáticos, en ordenadores y teléfono móvil. Entendiendo que estas imágenes son producto de un proceso en el cual la función que la luz tiene en los soportes químicos de la fotografía o magnéticos del vídeo ha sido sustituida por el cálculo matemático efectuado por una computadora a partir de la introducción de unos valores para producir imágenes.
La investigación de Inma supone el análisis de los medios y materiales que aportan las nuevas tecnologías para la generación de imágenes, asumiendo que la impresión, en diferentes formatos y materiales transparentes, opacos plásticos de la imagen digital, obvia el momento de manipulación de los instrumentos de uso tradicionales, e incluso altera los parámetros espacio-temporales.
Un Glitch es, en términos informáticos, un error durante la ejecución en un programa o aplicación, ocasionada por una omisión durante la programación del mismo. Error del software. Se pueden observar glitches visuales debido a ficheros mal codificados o dañados, que al ser leídos forman figuras o imágenes erróneas.
Inma aprovecha este error en los programas informáticos para desarrollar una serie de imágenes que superan así de alguna manera lo fortuito. Concreta estas imágenes en soportes físicos, o las proyecta sobre superficies reflectantes, generando efectos lumínicos, reflejos, rebotes de luz, de imágenes, que vuele a captar el vídeo, no buscando crear imágenes nítidas sino imágenes diferentes. Es el juego entre distintos medios de capturar y proyectar imágenes, el análisis de este viaje de la imagen de un formato a otro, reflexión sobre la incidencia de la luz, el tiempo. El error es la voluntad de abstracción, utilizar el material visual sin coordenadas funcionales, solo la imagen como elemento plástico.
La instalación de estas imágenes impresas en el espacio de la sala con una iluminación puntual, directa, eludiendo el resto del espacio, como en una secuencia en la pantalla del ordenador, donde uno puede pasarlas una a una con el ratón, provoca una lectura visual, pero real no virtual. Es la búsqueda de un placer estético similar al contenido en la pintura de Rothko, o en la de los minimalistas como Louis, Stella o el óptico Soto. Inma Femenía utiliza imágenes abstractas para plantear la mirada alterada del ordenador, que en esta instalación nos remite a la mirada del arte del siglo XX en el XXI.
Eduardo Lastres y Guillermina Perales