Max Estrella, Madrid
10 May – 21 July 2018
Inma Femenía builds her practice focusing on light and color, understanding both concepts from the digital, virtual and technological spheres. As if it were an episode of the British series Black Mirror, Femenía’s work refers to those post-images which have lost their consistence and wander eternally through the Internet’s infinite ocean.
Visual glitches, images fragmented by security cameras, spaces lighted solely by screensavers, images of light captured through scanners or the reflection of faces in switched off screens, have materialized in recent years on diverse media ranging from aluminum to plastic. Femenía has created the skin of this reality, a surface of encounter and passage.
The starting point for Surface is the materialization of light phenomena of the tangible and digital worlds. The artist presents three installations that delve into the relationship between perception and materiality of visual language. Screens, color-light and manipulation of digital image are the components Femenía uses to speak about the digital brilliance which marks our everyday life; the way technology advances in communication continuously determine our conception of reality.
City centers are increasing their amount of screens and their dimensions are progressively expanding, making their presence more overwhelming. The considerable amount of time we spend looking at screens has led to the creation of a new language. The artist brings this digital world –which is commonly behind the screen- to the physical world, and makes it penetrate in objects and spaces, that end up embracing the public, making them part of the scene.
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Inma Femenía vertebra su trabajo centrándose en la luz y el color, entendiendo ambos conceptos desde el ámbito digital, virtual y tecnológico. Como si de un capítulo de la serie británica Black Mirror se tratase, la obra de Femenía se refiere a esas post-imágenes que han perdido toda su consistencia y vagan eternamente por el infinito océano que es la red.
Glitches visuales, imágenes fragmentadas por cámaras de seguridad, espacios iluminados únicamente por salvapantallas, imágenes de luz captadas mediante escáner o el reflejo de los rostros en pantallas apagadas, se han ido materializando a lo largo de los últimos años sobre diversos soportes que van desde el aluminio al plástico. Femenía ha creado la piel de esta otra realidad, una superficie de relación y de tránsito.
La materialización de los fenómenos lumínicos del ámbito tangible y del mundo digital es el punto de partida para Surface. La artista presenta tres instalaciones que profundizan en la relación entre la percepción y materialidad del lenguaje visual. Las pantallas, el color luz y la manipulación de la imagen digital son los componentes que utiliza Femenía para hablar sobre el fulgor digital que caracteriza nuestro día a día, cómo los avances tecnológicos en la comunicación continuamente determinan nuestra concepción de la realidad.
Los centros de las ciudades cada vez tienen más pantallas y sus tamaños van en aumento, haciendo que su presencia sea cada vez más abrumadora. El considerable tiempo que permanecemos mirando una pantalla ha construido un nuevo lenguaje. La artista trae este mundo digital -que suele estar detrás del espejo de la pantalla- al mundo físico, y hace que penetre en los objetos y los espacios, que abrazan al espectador, integrándolo en la escena.