En la instalación Spectrum Screensaver (2014), Inma Femenía sitúa al espectador ante seis monitores vistos de espaldas en una especie de habitación a oscuras y, de alguna manera, lo invita a intimar con la duda de aquello que percibimos como real. Estas pantallas, regidas por valores predeterminados, generan espectros de luz de colores cambiantes que se reflejan en un muro liso situado frente a ellas. La pared actúa, así, como límite espacial y, al mismo tiempo, sirve como un lienzo virgen para la apreciación subjetiva de cada individuo, haciendo partícipe de la instalación al espectador, quien completa el sentido de la obra al enfrentarse al dinamismo de los lapsos del tiempo que ofrece la luz en sus distintos momentos.
El trasfondo conceptual de esta obra germinó durante una estancia en Berlín, cuando la artista no disponía de todos los materiales sensibles que son requeridos en un cuarto propio. Durante el proceso previo, fue imprescindible familiarizarse con la electrografía digital y su adaptación como técnica de expresión artística, encontrando en fenómenos de luz producidos por la actividad de un dispositivo como el escáner, o un programa informático como el ya mítico protector de pantalla del ordenador, elementos gestuales interesantes para su proceso creativo.
Raquel Baixauli